El aceite de almendras es un producto natural que se obtiene del prensado en frío del fruto del almendro. Desde hace cientos de años se conoce por sus múltiples aplicaciones tanto en la salud como en la estética.
Este producto está compuesto por grasas monoinsaturadas, ácido oleico y ácidos linoleicos como el omega 3 y 6. Además, contiene antioxidantes y minerales esenciales muy beneficiosos. Su color es ligeramente dorado y no tiene un aroma fuerte sino dulce.
A menudo se emplea de forma externa, ya que protege la salud de la piel. Sin embargo, aunque su consumo no se recomienda, algunos lo usan en caso de estreñimiento. Veamos a continuación cuáles son sus aplicaciones más frecuentes.
¿Para qué sirve el aceite de almendras?
La mayoría de usos del aceite de almendras tienen que ver con la cosmética y el cuidado cutáneo. De hecho, debido a sus propiedades, se emplea en el tratamiento de problemas como los eccemas, alergias y acné.
Aplicado de forma externa a modo de masajes, este contribuye a calmar la ansiedad, los nervios y el estrés. Asimismo, sus cualidades emolientes favorecen el alivio de afecciones inflamatorias cutáneas como las que producen exceso de sequedad y herpes.
Entre otras cosas, es un gran aliado para prevenir el envejecimiento prematuro y las manchas. Sus compuestos antioxidantes apoyan el proceso de regeneración celular y minimizan el impacto negativo de los rayos UV del sol.